Mi Yucuaiquín® es el primer MegaPortal de yucuaiquinenses en el mundo; proyecto que fue creado a iniciativa del Sr. Luis R. Benavides (Dj LB®), quién además, lo ha financiado al 100% desde el año 2011 y lo sigue haciendo hasta la fecha. Todo esto, con el único propósito de llevarte las actividades, eventos y el acontecer que se vive en nuestro lindo Yucuaiquín.
La letra y música de este hermoso Himno a Yucuaiquín, es gracias a la autoría del Prof. Carlos A. López, miembro del personal docente del Centro Escolar de Yucuaiquín (CEDY). Fue entonado por primera vez el 17 de febrero del año 2000.
Yo le canto a Yucuaiquín, tierra bendita de La Unión, es una joya singular, desde lejos su silueta se dibuja, eres música que disfruto al musitar.
Tus mujeres laboriosas y sonrientes, son estampadas de una villa floreciente, donde surgen del trabajo y de la tierra, la riqueza y el encanto de tu gente.
Agraciada en las alturas del oriente, arrullada por las brisas del Fonseca, de tus valles el aroma de las milpas, se diluye en la campiña cuzcatleca.
Es tu historia un ramillete de valores de artesanos pensadores y hortelanos, de los lencas es tu sello inconfundible, bella herencia de un pasado muy lejano.
Grado académico: Profesor
Nombre: Carlos Alberto López Mendoza
Lugar de trabajo: Centro Escolar de Yucuaiquín (CEDY)
Profesor de Educación Músical, primogénito de una familia de once hermanos.
Nieto predilecto su abuelo Rogelio, quien recreaba su imaginación con narraciones de muchos cuentos como "Las mil y una noches" y las hazañas caballerescas de Oliveros de Castilla y don Roldan, de "Los doce pares de Castilla de Carlos Magno".
"Ver y oír las actitudes y expresiones vulgares y difamantes de personas de quienes tenía muy buenos conceptos, me ha hecho pensar muy negativamente de las manifestaciones religiosas que se hacen en diferentes iglesias. Muchas personas son como dijo Jesucristo: 'Sepulcros blanqueados' - Las militancias políticas les sirven para abrir las compuertas del resentimiento, la envidia y el odio, ocultos sigilosamente cuando se conversa con ellos".
En su profesión ha encontrado el mayor desencanto de su vida, y se refiere específicamente, a tener alumnos desinteresados por el estudio, a quienes les da lo mismo una nota de dos que una de nueve.
